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Reconocimiento a Andrés Dickinson


Por: Lupe Castillo

Pereira agosto 13 de 2021

En la hendidura donde se entrelaza cada movimiento literario está el ingreso de una nueva generación que sigue entretejiendo las narrativas que afloran en cada época. Es un legendario telar donde se pespuntean relatos orales, escritos y semiológicos como inseparable memoria de lo acaecido a los pueblos. En esta amalgama de encuentros intergeneracionales es un compromiso reconocer la dote fértil de la juventud que brilla desde el arte poético. La misma que en esta ocasión está representada en uno de nuestros sensibles poetas quien va posicionando su semilla literaria. A mucho honor, destello de la entrañable Antioquia.


¡Salud! Andrés Dickinson, por ser polen y pétalo fresco en el cauce de las lides artísticas que venimos sembrando, líneas y surcos de la paz, la vida y la reconciliación. En el verdor que vigoriza a ¡Uyayay! Colectivo Poético, es el cantor promisorio, profundamente excepcional en sus textos. Exponente de una sublimidad lírica librepensadora, existencial. Basta con libar cualquiera de sus creaciones, DESVARIÓS NOCTURNOS, […] “VI Me rendí a mitad de camino. DESVARIÓS NOCTURNOS, Me asistieron las aves del bosque. / Un asno lamió mis ojos. / Los vi. Ahí estaba yo”. […]. Se explaya, lo hallamos absorto entre la descripción de la individualidad y el embate en que nos imbuye la fuerza cósmica. El poeta despoja el poder voraz de las cargas externas ante nuestra lasitud.


Transitando las líneas del poema EL COBARDE, “Usaba el dolor a ultranza el cobarde. / Como un artista, gustaba construir / de la belleza el solio en una tarde, / para evitar el cercano derruir” […]. Recalca la efimeritud en que esquía la soberbia humana, como opción entre los vicios que nos describen y el destino inexorable que nos acuna en la oscilación de la evolución y la involución.

Gracias al relevo generacional, se disfruta, documenta y siente la historia cruda, fluyente, diversa y de amplia cobertura, porque el fresco melado de la juventud y el níveo arroyo de la experiencia en la obra de la humanidad, debe continuar el sendero legado, asumirlo como linaje postrimero. Estirpe que abre el follaje, esparce raíces, irrumpe en pétalos creativos para seguir visibilizando el ahora, como adeudo de mantener el hilo rojo por los siglos venideros.


Un brindis ineludible para honrar a quienes trazan la ulterior narrativa. Gratitud por la ancestralidad que dejó podada la trocha hasta donde le alcanzó la vida. Andrés Dickinson toma el legado solariego con exquisitez verbal. Prolífico joven poeta, quien desde ya se augura en la historia, un podio como artista. Empeña trazos del estrépito imperceptible de la condición humana, es profundo al escarbar los holocaustos subjetivos, como se aprecian en el fragmento del poema EL POLO […] “IX / Durante un breve sosiego se manifestó la urdimbre de los seres. Ardía cual antorcha vista a través del agua, internamente, para disponer su voluntad a los designios de la muerte.” […].

“Andrés Dickinson, seudónimo de Andrés Felipe Cardona, es un escritor y poeta que nació en Andes, Antioquia, en 1995, faltando 4 días para finiquitar ese año. Vive en Medellín hace 21 años, y ha sido esta ciudad donde se ha formado. Escribe desde los 15 años y entonces no se ha detenido hasta la fecha, ejerciendo al tiempo labores como piscinero y luego coordinador de alturas. Fue miembro del Grupo de Escritores del CDCM, con el que publicó en colectivo "Voces del barrio" (2017) con Pulso & Letra Editores. En el año 2016 fue parte del XVII Encuentro de poetas de Comfenalco Antioquia con el poema "A mi padre". Ha publicado diversos poemas en varias revistas digital e impresas, tales como Cosmogonía y Filología: Gacetilla Académica y Cultural, entre otras. En el 2021 publicó junto a otros escritores una antología de relatos de terror titulada "Relatos de la oscuridad" con ITA Editorial. Actualmente finaliza estudios de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana. Su mayor sueño es llegar a ocupar un lugar entre los grandes.”


Fuente: Andrés Dickinson

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